domingo, 1 de junio de 2008

XXLVII

Sobreviviré al ocaso, al invierno, a la misma muerte
Pese a los dardos, los témpanos de hielo
Pese a las heridas sangrantes como rosas
Pese a tu fría mirada, antaño amiga
Y el calcinante No de la experiencia
Nudos, anclas y serpientes
Olvidados para siempre, para siempre;
Ya fuerte y seguro levanto la espada
Y corto cuellos de dragones y medusas
A mis pies el fuego, la estéril osamenta
A mis pies los malignos y su ruina
Caen viles, sórdidas criaturas
Se doblan sus lanzas, se confunden sus aliados
Los castillos del Mal caen como hojas en otoño
Y llega la Luz a todos los rincones
Sobreviviré a la mirada altanera de los ignorantes
Sobreviviré al gélido cantar de los que envidian
Pese a los eclipses, pese a las tormentas
Tendré los laureles y la gloria.

David Alberto Campos V, Umbra et Imago, 2007

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