domingo, 1 de junio de 2008

XLI

Desde hace un tiempo
Sepulté los miedos, las cicatrices
Emergí más grande, más humilde
Gané en el azar y en la lógica
Aprendí a creer
Gocé amaneceres y ocasos
Entendí que amor y muerte son complementarios
Y que el dolor también es paz y mansedumbre
Desde hace un tiempo
Empecé a notar la belleza de la lluvia
Caminé en la nieve sin notar el frío
Vi mariposas entre la hojarasca
Jugué en el río y escuché su canto
Supe que los diamantes son piedras
Menos valiosas que los caracoles
Besé sin reservas
Abracé sin reparos, sin rencores
Comprendí al ateo, al converso, al ermitaño
Encontré bondad en todas partes.

David Alberto Campos V, Umbra et Imago, 2007

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